Comerciantes y vecinos denuncian que más del 80% de los locatarios del Mercado de Cuautitlán no son del municipio

Aseguran que más del 80% de los locatarios no son del municipio y que el mercado, antes símbolo de identidad local, hoy se encuentra en abandono y desorden.

Cuautitlán, Estado de México. — Comerciantes y vecinos del municipio denunciaron que más del 80 por ciento de los locatarios del mercado municipal no son originarios de Cuautitlán, sino provenientes de otros municipios, quienes —aseguran— se han adueñado de los espacios y del comercio local.

De acuerdo con los testimonios recabados, esta situación ha provocado que el mercado, considerado durante años un punto emblemático de la actividad económica de Cuautitlán, se encuentre actualmente en condiciones de abandono y desorden.

“Llegaron de fuera y ahora controlan todo: los locales, las calles, hasta los accesos”, señalaron algunos vecinos, quienes lamentaron que muchos de estos comerciantes no cumplan con el pago de servicios, ni con el mantenimiento del inmueble, lo que ha derivado en pasillos deteriorados, drenajes colapsados y una imagen general de descuido.

Los denunciantes señalaron que durante temporadas altas, como las fiestas patrias, el Día de Muertos o la Navidad, los mismos locatarios que ya cuentan con un puesto dentro del mercado ocupan también las calles y el Jardín Principal, impidiendo que los comerciantes locales puedan ofrecer sus productos.

“Nos cierran el paso y se quedan con todo el espacio; los verdaderos cuautitlenses no tenemos oportunidad de trabajar”, comentó uno de los afectados.

Vecinos y comerciantes también acusaron que cada vez que las autoridades municipales intentan ordenar o redistribuir los espacios para favorecer a los vendedores locales, los grupos que controlan el mercado reaccionan con bloqueos, movilizaciones o amenazas, con el fin de mantener sus privilegios.

Ante esta situación, los habitantes exigieron que el gobierno local actúe para recuperar el orden, apoyar a los comerciantes de Cuautitlán y rescatar el mercado municipal, un espacio que —dicen— alguna vez fue símbolo de identidad y orgullo